El entrenador personal siempre va a estar en la capacidad de estudiar las fortalezas y debilidades del alumno, estructurando un plan de trabajo para sacar el máximo provecho a las fortalezas, igualando los puntos débiles con ejercicios donde se puedan mejorar la técnica sacando provecho a cada repetición, evitando lesiones. El entrenador personal va a ir de la mano con el alumno a la zona de evolución o fallo muscular, permitiendo atravesar ese muro de dolor donde esas repeticiones extras le acortará en gran medida el logro de resultados soñados. Trabajo, constancia y disciplina son los pilares fundamentales de un buen alumno, el nuestro como entrenadores personales es descubrir ese potencial del alumno y llevarlo a luz.
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